Alrededor de la tarea de lavar la ropa podemos tomar muchos hábitos y opciones para hacerlo de la forma más sostenible posible. En muchos casos se trata de pequeñas y sencillas acciones que consiguen grandes ventajas para nuestro planeta y también para nuestros bolsillos. Lavar ropa de forma sostenible es mucho más fácil de lo que pensamos.
Lavar, sólo lo justo.
Como es bien sabido, la sostenibilidad empieza por la primera R, reducir. En este caso consistiría en minimizar la necesidad de lavar la ropa. Ésto, a la vez que disminuye el consumo de energía, de agua y de los residuos de sustancias que se van por el desagüe, aumenta la durabilidad de las prendas, puesto que cada lavado desgasta los tejidos.
A nivel doméstico, para evitar que la ropa se ensucie, manche o pierda buena presencia podemos recurrir a la ropa de estar en casa, a los delantales o por ejemplo a artilugios antigoteo en las botellas de vino, así como a guardar la ropa de fuera de estación en cajas o fundas, bien doblada (la acumulación de polvo no sólo ensucia sino que mancha).
Otros hábitos aconsejables son dejar la ropa en ganchos o bien doblada al desvestirnos, para impedir que se arrugue innecesariamente, o airear las prendas que hayamos llevado poco para que recuperen un olor fresco, evitando tener que lavarlas.
Las claves de un lavado sostenible:
A continuación damos una buena cantidad de consejos para un lavado responsable. A primera vista puede parecer un largo y complejo manual de instrucciones, pero en realidad se trata de acciones de bastante sentido común. Entendiendo el porqué de cada consejo, a la práctica tomaremos los mejores hábitos sin pensarlo.
1. Poner la lavadora a plena carga
Así se consigue la máxima eficiencia en el uso de agua y energía: los consumos por kilo de ropa son menores cuanto mayor sea la carga. De hecho es por esta razón que van apareciendo lavadoras de uso doméstico con una capacidad máxima de 9 o incluso 10 kg, mientras que anteriormente llegaban a 7 u 8 kg (medidos en ropa de algodón seca). En el caso de lavadoras con carga superior, la capacidad no suele superar los 7 kg.
Eso sí, no hay que pasarse: debemos dejar unos tres dedos de espacio en la parte superior, para que toda la ropa se lave bien y el motor no tenga que realizar un sobreesfuerzo para hacer girar el tambor.
Utilizando nuestro detergente Newen sustentable para ropa – 1 Litro, lava tu ropa sin necesidad de enjuague ni suavizante y ahorra hasta 1 pipa de agua al mes
2. Lavar a baja temperatura
La lavadora es el electrodoméstico que consume más energía después del refrigerador, y el 90% de su consumo es para calentar el agua. Un ciclo de lavado con agua caliente puede gastar hasta 4 veces más energía que uno con agua a temperatura ambiente (templada); la verdad es que pocas suciedades realmente necesitan de agua caliente. Lo más habitual es que la temperatura ambiente ó templada sea suficiente, al menos para ropa de adultos (agua fría no se aconseja, porque sí disminuye la capacidad de lavado). Para la ropa más sucia, minimizar alergias o enfermedades infecciosas se recomienda agua tibia.
Cuidado sobre todo con el algodón y la lana, que con temperatura pueden encogerse. La seda hay que lavarla siempre en frío.
Pongamos atención también con los programas de lavado rápido, porque en compensación pueden aumentar internamente la temperatura. Consultemos el manual.
3. Pretratar las manchas fuertes
Si no lo hacemos tendremos que aumentar la temperatura de lavado, con el consiguiente sobreconsumo energético y sin garantía de éxito; de hecho, algunas manchas quedan fijadas si se lavan a más de 40ºC (las proteínicas: de sangre, huevo, leche, sudor, chocolate…). Como decíamos al principio, lo más importante con las manchas es prevenirlas, y lo segundo quitarlas tan pronto como podamos.
Para ésto puedes usar nuestro poderoso desmanchador natural Newen. Elimina manchas profundas y junto a Newen detergente evita el enjuague de tu prenda.
4. Secar la ropa al aire libre
Vivimos en un país con mucho sol, pero también con mucha normativa de paisaje urbano que dificulta tender la ropa al aire libre e induce al uso de secadoras. En estos aparatos la ropa se desgasta mucho más que en la lavadora, ya que en este caso no hay agua que atenúe el rozamiento con el bombo, pero es que además constituyen una auténtica aberración energéticamente hablando.
La opción más sostenible es a todas luces tender la ropa, lo más pronto posible en cuanto la lavadora se pare para evitar que se arrugue demasiado y huela a humedad, en un lugar bien ventilado y evitando demasiado sol directo: lo que seca la ropa es sobre todo el aire (y la brisa la ablanda al batirla suavemente). El sol acelera el secado pero también reseca las prendas, las decolora y, si bien blanquea la ropa blanca, en exceso la puede amarillear; por eso conviene recogerla enseguida que esté seca.
¡Sé un agente de cambio positivo en tu comunidad!
Súmate al cambio y lava con detergentes sustentables Newen que puedes adquirir desde nuestra tienda electrónica .
Si te interesa cuidar el medio ambiente y pasar la voz, puedes hacer un ingreso extra al distribuir detergentes NEWEN. Contáctate con nuestro equipo para enterarte de todos los beneficios que puedes obtener aquí.