Se calcula que la experimentación en animales se utiliza hace siglos, en un principio con fines medicinales y, posteriormente, en la industria de la cosmética. Esta última, tiene su origen alrededor de los años sesenta. Se calcula que cada año más de 500.000 animales a nivel mundial son sometidos a pruebas en laboratorios, muchos de ellos mueren allí. Los animales que utilizan son más que todo conejos, ratas y cobayos, simplemente por el hecho de ser fáciles de mantener, rápidos de reproducir y económicos en la alimentación.
Los pobre animales sufren exageradamente, existen estudios de diversos grupos de protección animal en el mundo que revelan que dichos experimentos se realizan sin anestesia o analgésicos que prevengan el dolor y el sufrimiento de los animales. Debido a esto, ellos sufren hemorragias, ceguera, vómitos, dificultad respiratoria, fiebre, pérdida de peso, problemas de la piel, hasta que mueren.
Gracias a las miles de campañas a rededor de mundo en concientización de la crueldad animal, muchas marcas de dermocosmetica han decidido cambiar sus métodos de testeo. Cada vez son más las empresas que prefieren hacer sus productos cruelty free. Actualmente, 40 países en el mundo, entre ellos Reino Unido, Nueva Zelanda e Israel, también han prohibido el testeo animal para productos humanos.
¿Como podemos ayudar? Simplemente no consumiendo productos que no sean libre de crueldad animal, o cancelando las marcas que mas utilizan este tipo de testeo, ya que así cambiaran su método.
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